No se puede explicar más claro: así funcionan las suspensiones electrónicas de la BMW S 1000 RR

La BMW S 1000 RR, con permiso de la todavía más hercúlea M 1000 RR, es la superbike definitiva desplegada por la marca alemana. Grosso modo, es una amplia actualización de la versión presentada en 2019 que afecta a prácticamente todos sus aspectos. Estéticas aparte, utiliza la misma configuración mecánica de cuatro cilindros, pero aumenta su potencia hasta unos bárbaros 210 CV, lo que supone 3 CV más que el modelo precedente.

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La actualización de la superbike alemana también se extiende a áreas tan importantes como la electrónica; y es que estas deportivas, con varios cientos de CV, requieren de una gestión electrónica perfecta para que la diversión no se torne en desastre en menos de lo que dura un parpadeo. A este respecto, la BMW S 1000 RR se beneficia de funcionalidades más propias del mundo de la competición. Por poner un ejemplo, el control de deslizamiento permitir seleccionar diferentes ángulos de inclinación preestablecidos para que el propio control de tracción controle de una manera más efectiva las derrapadas.

Ese mismo avance electrónico se aplica a las suspensiones, que se puede agregar a la BMW S 1000 RR como equipamiento opcional y que permiten un ajuste más sencillo acorde a las características del piloto y al uso que haga de la moto. Para ello, es preciso seleccionar el paquete dinámico -tiene un precio de 1.498 euros- y que agrega, entre otras cosas, el control electrónico de la suspensión.

Qué ventajas tienen las suspensiones electrónicas

Las ventaja de las suspensiones electrónicas son más que evidentes. A través de unos sencillos pasos, se puede configurar al gusto del piloto e incluso en marcha. Así, en el caso de la BMW S 1000 RR, ésta se adaptará también al modo de conducción elegido. El componente de personalización es otro de sus puntos fuertes, permitiendo ajustes para un variado cúmulo de preferencias, pesos, gustos…

Por supuesto, mejora notablemente la seguridad, ya que la moto irá en la mayoría de ocasiones con unos ajustes adecuados al tipo de uso, permitiendo una conducción más efectiva y placentera. Asimismo, las motos con suspensiones electrónicas, aplican los ajustes cada vez que se hace contacto, por lo que en cada salida se obtienen unos settings actualizados. Como contrapartida, estos sistemas suelen encarecer el precio final de la moto y su reparación también es más costosa en comparación con los sistemas de suspensiones mecánicos.

Cómo se ajusta la suspensión electrónica de la BMW S 1000 RR

Antes de nada, hay que aclarar que el sistema de suspensiones electrónicas de la BMW S 1000 RR es de tipo mixto. Esto quiere decir que no todo el sistema en su conjunto tiene un ajuste electrónico.. y te lo mostramos en este vídeo. Más concretamente, la precarga, esto es, la carga inicial que tiene el muelle antes de actuar, se tiene ajustar de forma mecánica. ¿Cómo? Se precisa de un vaso y una carraca para aumentar o reducir la precarga. Para el resto de ajustes, extensión y compresión, se ajustarán automáticamente una vez seleccionado el modo de conducción.

Pero esta BMW S 1000 RR esconde un secreto más, dentro del citado paquete opcional, se integran modos de conducción adicionales en los que el usuario puede personalizar al gusto los ajustes de suspensión. De esta forma, tendrá un control total sobre los mismos y no únicamente el tarado que ofrecen de forma predeterminada los modos de conducción.

Entrando en materia, desde la pantalla TFT a color de 6,5 pulgadas de la BMW S 1000 RR vamos a poder elegir diferentes niveles de actuación para la horquilla y el monoamortiguador trasero. Aunque esto tiene muchas ventajas en carretera y circuito, en este último escenario es más útil unas suspensiones convencionales para tener un ajuste milimétrico, y por tanto, el comportamiento que el piloto desea.