
El nuevo invento para motoristas que marca un antes y después: lo han hecho en Suecia
Suecia presenta un airbag de moto camuflado en ropa que se hincha como un paracaídas al detectar una caída
En Europa han dado con una idea que podría revolucionar la seguridad vial. Y no ha sido en Alemania ni en Italia. Ha sido en Suecia, uno de los países menos ligados al motociclismo tradicional.
Allí, una empresa ha diseñado algo que parece de ciencia ficción: un airbag que no es un chaleco. Ni una mochila. Es ropa de calle que, al detectar una caída, se transforma en una burbuja de seguridad.

Ropa normal, protección extraordinaria
El invento es obra de la empresa Airbag Inside Sweden AB, más conocida por su marca comercial Mo’Cycle. Su innovación está en proceso de patente y rompe con todo lo conocido. Se trata de ropa que parece corriente, pero que lleva escondido un sistema de protección completo.
No hablamos de protecciones visibles ni pesadas. Son tejidos elásticos y resistentes, que se hinchan en milésimas de segundo. Y lo hacen sin alterar el aspecto exterior de la prenda.
Pantalones vaqueros, chaquetas e incluso botas forman parte del conjunto. Dentro, una red de túneles de aire recorre piernas, brazos, torso y pies. Al activarse, se infla en un efecto dominó que rodea al motorista por completo.

El paracaídas al revés
La parte más sorprendente está en el diseño superior del sistema. Lo que la patente llama “canopias inflables” funciona como un paracaídas al revés. No se abre hacia atrás, sino hacia arriba y los lados.
Desde la espalda y los hombros, se despliega una estructura hinchable. Su objetivo no es volar, sino frenar al cuerpo en el aire. Y al mismo tiempo, proteger la cabeza desde los laterales.
Esta forma de despliegue genera resistencia al viento. Es un intento de desacelerar el cuerpo incluso antes de que toque el suelo. Una propuesta que cambia las reglas del impacto.
La activación puede hacerse por dos vías. La clásica, mediante un cable que conecta al motorista con su moto. O la moderna, con sensores electrónicos de alta precisión.

Estos sensores detectan aceleraciones, caídas o golpes. Además, los módulos del sistema pueden comunicarse entre sí. Así deciden cuándo desplegarse de forma coordinada.
No solo protegen el torso o el cuello. También las piernas, los pies y los costados. Es una protección de cuerpo entero, sin parecerlo.
La empresa ha incluido además conexión con app. Desde el móvil se pueden controlar datos como velocidad, trayecto o estado del sistema. Una solución inteligente y discreta.
Por ahora no hay precio oficial ni fecha de salida. El diseño está en fase de desarrollo y patente. Pero el objetivo es claro: salvar vidas sin cambiar de estilo.
Vestirte como siempre, y estar más protegido que nunca. Es el lema implícito del invento sueco. Una idea que, si se concreta, puede marcar un antes y un después en el mundo de la moto.
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