
La ruta en moto por el centro de Europa que solo han hecho los más valientes
Más de 1.600 km de asfalto perfecto conforman una ruta que todo motero debería hacer una vez en la vida
Hay rutas que no se recorren, se sienten. Caminos que no solo cruzan montañas, sino también emociones. Paisajes que se clavan en la memoria como una buena canción.
En el corazón de Europa, hay una de esas rutas. Y sorprendentemente, pocos la conocen. Pero quienes la han hecho, no la olvidan jamás.

El Grand Tour: la joya suiza para motoristas
Se llama Grand Tour de Suiza. Y no es cualquier ruta: es un homenaje al viaje en moto. Más de 1.600 kilómetros de asfalto, curvas y libertad pura.
Nació en 2015, impulsado por Suiza Turismo. La idea era simple, pero ambiciosa: diseñar un circuito que mostrara lo mejor del país desde la carretera. Diez años después, se ha convertido en una leyenda.
El trazado atraviesa paisajes que parecen irreales. Ciudades de cuento, lagos azules, puertos de alta montaña y carreteras impecables. Todo perfectamente señalizado, con más de 600 indicadores específicos.
La experiencia está pensada para tomársela con calma. No se trata de correr, sino de sentir cada kilómetro. Dejar que el motor marque el ritmo del viaje.

Cinco puertos, 22 lagos y una carretera histórica
Uno de los tramos más míticos es el Paso de San Gotardo. Allí, la carretera de la Tremola se retuerce entre piedras, niebla y adoquines a 2.109 metros. Conducir por ella es retroceder en el tiempo.
Pero no es el único reto del Grand Tour. También están el Furka, el Grimsel, el Klausen y otros pasos que superan los 2.000 metros. Nombres que suenan a épica motera.
Además, la ruta toca 22 lagos y más de 40 atracciones turísticas. Todo integrado en una app oficial, con mapas, rutas GPX y recomendaciones exclusivas para moteros.

Y como si fuera poco, Suiza celebra en 2025 el décimo aniversario de esta joya. Habrá concursos, noches gratis en alojamientos y alquileres de moto con descuento.
La infraestructura está pensada hasta el último detalle. Desde puntos de recarga eléctrica hasta servicios específicos para motoristas. Incluso hay alojamientos certificados “amigos de las motos”.
Eso sí: hay que respetar las normas. Suiza es tan rigurosa con sus límites de velocidad como generosa con sus paisajes. Conviene disfrutar sin prisas ni multas.
La mejor época para lanzarse es entre abril y octubre. En esos meses, los pasos alpinos están abiertos y el clima es más estable. Ideal para recorrer el país sin contratiempos.

Se puede empezar desde cualquier punto: Ginebra, Basilea o incluso desde la frontera italiana. Lo importante es arrancar y dejarse llevar.
Porque no es solo una ruta. Es una experiencia que condensa lo mejor de Europa en unos días. Una travesía para los que buscan algo más que un viaje.
Si hay un desafío que todo motero debería vivir, está aquí. En estas montañas, en estas curvas, en este aire puro. El Grand Tour no se cuenta, se vive.
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