Este nuevo scooter 125 neoretro de QJ Motor va más allá de lo convencional del segmento
Los scooters neoretro pertenecen a un segmento del mercado un tanto especial. Para empezar, si te fijas, está dividido en dos categorías muy diferentes: por un lado están las Vespa, cuyo atractivo retro es innegable y que suponen el paradigma de la elegancia italiana.
Tienen un nivel tecnológico considerable, que varía en función de las versiones, una gama muy amplia y un precio que, desde luego, no tiene nada que ver con los demás scooters del segmento. Quizá en la misma posición (o buscándola) están las Lambretta. El eterno rival quiere quitar algo de protagonismo a la Vespa en este segmento, pero está claro que en ventas no le ha hecho sombra por ahora.
Pero por otro lado tienes unos cuantos scooters que recurren a esa estética estilo retro, con carrocerías de plástico y que generalmente recurren a motores básicos, parte ciclo también sencilla y se ofrecen a precios poco superiores a esos scooters más básicos y económicos. Puedes incluir aquí scooters como el SYM Fiddle, el Daelim Besbi, Peugeot Django (aunque este no es especialmente barato) o los varios modelos de Keeway, como el Zahara o Sixties. Hay bastantes en el catálogo.
Pero QJ Motor, recién llegado a este mercado de los scooters, va a romper con esa división. Sí, tiene todo el estilo de un retro estándar, de los de carrocería de plástico y equipamiento básico. Pero esconde un motor de 15 CV, frenos ABS y algún otro «secreto» que lo separan mucho de sus rivales. Un scooter diferente, sin duda, cuyo precio además, 2.999 €, no lo separa demasiado de esos competidores aunque sí lo distancia sus prestaciones y equipamiento.
Cómo es: un scooter retro a 120…
El caso es que no lo parece en absoluto. Cuando lo ves, antes de conocer sus datos y su motor resulta simpático, como suele ocurrir con este tipo de scooters. Lleva además sobre lo que en la Vespa llamaríamos «corbata» un logotipo de QJ en relieve, a la manera del antiguo «mascarón» de los Jaguar, el «espíritu del éxtasis», de Rolls&Royce o de esa estrella famosa de Mercedes.
Las formas suaves, los cromados, el faro y otros detalles son de lo más clásico, desde luego, y en ese juego que está tan de moda contrastan con detalles muy modernos, como la iluminación LED (con una firma lumínica muy original en la parte superior del faro) o el cuadro digital.
Está bien terminado; se ve cuidado en los detalles en general, en la pintura y acabados. Lleva además un top case de serie realizado por Shad, de 33 litros, con la parte superior acabada en el color de la carrocería, por lo que queda bastante bien. Se abre además con la misma llave del contacto, para mayor sensación de calidad y buen hacer. Suelo plano, asiento a solo 760 mm del suelo, en un scooter tan accesible como fácil para cualquiera.
El motor es diferente a todo
El scooter pesa solo 118 kilos en orden de marcha. Es corto, bajito, compacto… como suelen ser casi todos los scooters de este tipo, que en el fondo quieren ser buenos ciudadanos, sin más pretensiones. Pero en este se ha montado un motor de última generación, cuyos datos se salen de lo normal en el segmento: refrigeración líquida, con radiador lateral, culata de cuatro válvulas con un solo árbol de levas, carrera larga y 14,48 CV a 8.750 rpm, con un par de 12 Nm a 8.250 rpm. Esas cifras, en un scooter de este tamaño y formas, no son normales.
Es un motor, como te digo, de alto nivel tecnológico. Por supuesto, cumple la Euro 5, como es necesario hoy día. Equipa además un sistema Start&Stop basado en el cambio de polaridad del alternador: cuando necesitas arrancar (cuando abres gas) el alternador recibe corriente de la batería, actuando como motor de arranque directamente sobre el cigüeñal. Así arranca instantáneamente y sin ruidos o retardos, con total suavidad y precisión.
El sistema, como es habitual, además de requerir que la batería esté en su nivel correcto de voltaje (si detecta que está por debajo se desconecta el sistema y no se parará al detenerte), que el motor esté a cierta temperatura y que el botón en el lado derecho del manillar tenga conectado el sistema. Si no te gusta, puedes apagarlo.
Parte ciclo estándar, pero efectiva
Pero lo más llamativo es que tampoco ha habido un esfuerzo por montar una parte ciclo «aparente» para un scooter de este nivel de potencia: ves neumáticos en medidas muy estándar (100/90 y 110/90 respectivamente), en llantas de 12″, con una horquilla delantera estándar, de solo 85 mm de recorrido y detrás un solo amortiguador (bastante escondido).
Y para frenar emplea dos discos, delante de 220 mm y detrás de 190 mm. Pero hasta aquí es estándar.
Ambos frenos van controlados por un ABS de serie, algo que tampoco es habitual en este tipo de scooters, que se decantan por un más barato y menos eficaz sistema de frenos combinados. Lleva caballete central, fácil de utilizar y pata lateral con desconexión del motor y hay un USB en la doble guantera del contra escudo. Un nivel de equipamiento muy correcto.
Cómo va: es rápido y divertido
Pero lo más curioso de todo esto es que cuando te subes y pruebas, incluso en parado, el tacto de frenos o el de suspensiones, ves que cuando las cosas simples están bien hechas, funcionan. El scooter tiene buen tacto de frenos en cualquier circunstancia.
Y las suspensiones son sorprendentemente buenas en cuanto a su funcionamiento hidráulico. No son duras, además, y el scooter amortigua bien cuando pasas por baches. Pero también ayudan a sujetarlo bien en curvas con buen asfalto.
Pero empezando por el principio, como te decía antes, es un scooter muy compacto y ligero, apto para cualquier talla de usuario. El asiento es algo duro de mullido pero no llega a ser incómodo.
Suelo plano y posición de conducción muy natural hacen del LTR un scooter cómodo y agradable, con un acceso muy sencillo, que permitirá el uso diario en la ciudad de forma muy eficaz. Gira bien, además, por lo que siendo estrecho será muy ágil entre los coches en ese día a día.
Pero esta presentación tuvo bastante más kilómetros en carretera que en ciudad. Y no es el uso habitual que tendrá este scooter, seguro, pero ha demostrado que no solo es capaz de hacer recorridos fuera de la ciudad sino que además es divertido de llevar. Como es lógico, este scooter corre mucho: es fácil verle rozar los 120 km/h en el marcador.
Acelera también mucho, como es lógico y frena bien. Cuando llegas a las curvas, a pesar del neumático de 12″ y de esas suspensiones básicas (que, insisto, van bien), te permite entrar deprisa: da confianza y permite tumbar, por lo que no es difícil hacerle arrastrar el caballete por el suelo. Pero con todo ello, es divertido de llevar.
Lo mejor:
-Prestaciones sorprendentes
-Ágil y manejable
-Sistema Start&Stop
Mejoraría con:
-Más espacio bajo el asiento
-Con una estética más original
Así lo vemos:
En carretera: 4
En ciudad: 4
Pasajero: 3
Confort: 3
Equipamiento: 4
Autovía: 3
(De 1 a 5 punos)
QJ Motor acaba de desembarcar en nuestro mercado con una gama de scooters interesantes. De estos nuevos scooters, este LTR 125 de estilo retro es la auténtica sorpresa: este tipo de scooters, por debajo de 3.000 €, con ABS, sistema Start&Stop y además con un motor de casi 15 CV, para menos de 120 kg, es único en el mercado.
El resultado es un scooter divertido de llevar, cómodo en la ciudad, con capacidad para recorridos fuera de ella, bien equipado y con muy pocos puntos débiles. Un scooter que permite llevar pasajero con solvencia y cuya capacidad de carga, discreta debajo del asiento, se ha mejorado con ese baúl trasero.