
No vayas desnudo en moto: sigue 5 consejos sencillos para proteger tus manos en verano
Cuando te mueves en moto durante el verano, el calor aprieta y te sobran los guantes, ¿verdad? No. Sigue estos consejos.
Verano, moto, calor... Parece idílico, pero nada más lejos de la realidadcuando soportas altísimas temperaturas en ambientes urbanos a baja velocidad, por ejemplo.
Ponerle remedio es más sencillo de lo que parece y, sobre todo, necesario si de verdad quieres conservar, en este caso, tus manos...
Porque querrás seguir moviéndote en moto cada día, comer con cuchillo, tenedor y cuchara para el gazpacho, coger el vaso de agua sin problemas, ¿verdad?
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En ese caso, si de verdad te interesa conservar tu buen estado de salud física, debes plantearte encontrar tu par de guantes ideal para moto.
Ten en cuenta que es indiferente si circulas con un scooter de 125 cc, o tal vez lo hagas con una trail de cilindrada respetable.
En todos y cada uno de los casos, necesitas moverte con guantes a los mandos de tu moto o scooter, siempre. Nunca olvides esta máxima.

¿Cómo deben ser mis guantes?
Ya sabes que todo en esta vida, o al menos casi todo, funciona con el vil metal por castigo.
Esto conlleva el hecho de que, en demasiadas ocasiones, aquello de "lo barato sale caro" se cumple, por desgracia.
De modo que no te vendrá mal seguir una serie de pautas para que, al menos, no te conformes con el primer par de guantes que se cruce por tu camino.

Hazte esta pregunta, ¿rodarías con tu scooter de 125 cc enfundado en los guantes que gasta Márquez en MotoGP? No estaría de más. Mejor ir sobrado que falto de protección.
Bajo esta premisa, ten claro que toda la inversión que emplees en tu equipamiento, revertirá en tu propia seguridad... y te valdrá para cualquier otra moto.
Dicho esto, pasamos a analizar los 5 aspectos que toda buena pareja de guantes debe aportar para, en definitiva, que merezca la pena su compra.
1. ¿Caña corta o larga?
La caña de un guante veraniego tiende a ser corta para evitar molestias: cuanto menos superficie, parece que salvamos mejor el calor. Es cierto.
Pero en realidad, lo que conseguimos con ello es despojar de protección a una parte esencial y delicada de nuestro cuerpo: las muñecas.
Una caña larga prolonga los cuidados de tus manos en esta importante zona de rotación del cuerpo: mejor si dispone de protecciones más bien rígidas.
Los acolchados son para guantes más ligeros... pero al tiempo menos eficaces en términos absolutos. Buscamos aquí el mayor grado de seguridad.
2. ¿Protecciones o acolchados?
Esto nos da pie a mencionar esta opción, pero imagino que te ha quedado claro el hecho de que es preferible una buena protección al simple acolchado a modo de refuerzo.

Y no solo en la zona de la muñeca, sino también en el dorso, justo en los nudillos, donde una "rascada" con el suelo supondrá la consiguiente pérdida de masa ósea.
Evítalo con protecciones en los nudillos en carbono o símil; apenas te molestarán en plena marcha. Solo cuando el guante es nuevo. Se adapta a tu mano y asunto resuelto.
3. ¿Qué ajustes debe tener?
Si te fijas en un buen guante deportivo veraniego, encontrarás ajustes en la muñeca complementado con otro en la zona de la caña.
Es la mejor manera de blindar su posición en nuestras manos. ¿Cuántas veces un motorista ha perdido los guantes en un accidente? Más de las que deberían darse.

Esto sucede porque la energía que debe absorber en un impacto puede ser de dimensiones descomunales.
Así, un guante mal ajustado, o con un simple elástico en la caña, no siempre es seguro al ciento por ciento; todo lo contrario.

De nuevo, más siempre será mejor. Observa calidades en el acabado de losajustes, sobre todo en el remate de los velcros y sus tiradores.
4. Atención a zonas muy delicadas: la palma...
Sí, la palma de la mano es una de las zonas que más daños puede llegar a recibir en una posible caída.

Piensa que nuestro acto reflejo, al perder la verticalidad, es intentar plantar la mano en el suelo. Instintivo y de muy alto riesgo si prescindes de buenos guantes.

Por tanto, al elegir tu próximo guante veraniego vigila que la palma disponga de refuerzos y zonas acolchadas.
Y si las costuras están rematadas con hilo de kevlar, resistente a la abrasión y al desgarro, mucho mejor. Si prescinde de todo lo indicado, mejor busca otra opción.
5. ... y la fragilidad del dedo meñique
El dedo meñique está ahí, "sin pedir pan", pero tan pequeño, frágil y expuesto que solo cuando no lo cuidamos y sufrimos un percance sabremos lo que duele cuando queda dañado.

Como siempre, te recuerdo que el damnificado serás tú. Busca un guante con el dedo meñique reforzado, incluso con elementos de unión a su inmediato compañero.

Esto lo saben muy bien en competición, cuando un simple arrastrón con el manillar aplastando la mano sobre el asfalto dejaba a los pilotos con el meñique doblado, y sin movilidad.
Evítalo con tiras de piel resistente que doblan su perímetro y, al tiempo, lo mantienen sujeto (con cierta movilidad) al dedo anular. Asunto resuelto.

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