Estos son todos los drones de la DGT y las multas que ponen

La última incorporación de la Unidad de Medios Aéreos (UMA) de la Dirección General de Tráfico (DGT) es la de los drones. De hecho, el organismo presidido por Pere Navarro los emplea desde el año 2018. En la actualidad cuenta con un total de 39 unidades y, al igual que los helicópteros Pegasus, son empleados para labores de vigilancia de las carreteras. Más concretamente, dependiendo de la tarea que desempeñe el dron, el citado organismo apostará por diferentes tipos.

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Así las cosas, Tráfico emplea una flota de drones modelo Matrice 200. Estos están operados por dos personas: el piloto y el operador de cámara. Este modelo está dotado con cámaras de gran resolución, sensores de proximidad, mapas integrados y gran autonomía. La labor de estos aparatos es la de sancionar las diferentes infracciones de los conductores. Por otro lado, para las tareas exclusivas de vigilancia, la DGT emplea los modelos de la serie Phantom 4. Este tipo es capaz de transmitir imágenes para dar apoyo en las labores de gestión del tráfico y no pueden multar.

Por último, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil emplea los drones para la investigación y reconstrucción de accidente. “Un dron equipado con láser hace en pocos minutos y de forma más precisa un escaneado completo de la calzada. Los estamos usando mucho, especialmente en glorietas, cruces, en tramos extensos o con desniveles donde la orografía es adversa”, ha indicado David Rodríguez, sargento de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y coordinador de los equipos de vigilancia aérea del tráfico y operador de drones.

Esta es la distancia a la que pueden multarte los drones

A la hora de multar, los drones vigilan especialmente el uso del cinturón de seguridad o del teléfono móvil en el coche. Por su tamaño reducido, los drones pasan totalmente desapercibidos por los conductores, lo que representa una notable ventaja con respecto a los helicópteros Pegasus.

Valiéndose de sus cámaras de alta definición, la serie Matrice 200 -fabricada por DJI- es capaz de alcanzar altitudes de 3.000 metros, por lo que son totalmente invisibles y capaces de cazar infracciones a una distancia de entre tres y siete kilómetros. Sin embargo, la forma de proceder que indica la DGT obliga a los drones a estar a una distancia del objetivo de entre uno y dos kilómetros para que el piloto del dron sea capaz de localizarlo en todo momento.