Axel Pons, el hijo de Sito Pons que da la vuelta al mundo descalzo por este motivo

Axel Pons fue una de las grandes promesas del motociclismo español. Tras competir durante siete temporadas en Moto 2, muchos creían que seguiría los pasos de su padre, el bicampeón mundial Sito Pons. Sin embargo, en 2017 disputó su última carrera y se despidió del asfalto.

Poco después tomó una decisión que sorprendió a todos. El joven piloto español decidió abandonar la comodidad de su vida en España. A partir de 2018 inició un viaje espiritual que cambió su destino por completo.

El viaje espiritual de Axel Pons

El ex piloto emprendió un camino a pie que lo ha llevado a recorrer más de diez países. Lo más llamativo es que lo hace descalzo, como práctica religiosa y espiritual. Su objetivo declarado es “completar la unión con Alá o Dios”.

Durante estos seis años, Pons ha vivido alejado del mundo mediático. Apenas se supo de él hasta que recientemente se difundieron imágenes de su recorrido. En ellas se aprecia el daño que caminar descalzo ha provocado en sus pies.

Pese a ello, asegura que la experiencia le ha fortalecido. En sus propias palabras, andar descalzo ha sido una “buena práctica”. A su lado solo lleva una mochila y unas zapatillas que casi nunca utiliza.

Axel Pons y la fe en el camino

El hijo de Sito Pons insiste en que su viaje es una forma de rezar. Considera que cada paso sin calzado es parte de su manera de practicar la fe. Incluso define esta experiencia como su particular “carrera religiosa”.

Uno de sus recorridos más recientes ha sido desde España hasta Pakistán. Una travesía que duró más de quince meses. Allí ha declarado sentirse sorprendido por la hospitalidad de la gente.

“Pakistán es increíble, son muy generosos”, confesó en un vídeo publicado por Pakistan Tourism. Destacó que cada país recorrido ha sido hospitalario y amable con él. Esa cercanía humana ha marcado su experiencia tanto como el sacrificio físico.

Una nueva forma de vivir

Axel Pons asegura que su vida dio un giro radical. En un vídeo en el que un niño pakistaní lo entrevista, explica que ahora camina “más despacio”. Dice que lo hace para poder apreciar los pequeños detalles de la vida.

Su próximo destino, según él mismo ha confirmado, será India. Con ello continuará un viaje que parece no tener un final cercano. Para el ex piloto, este recorrido se ha convertido en una forma de vida.

Seis años después de dejar atrás el motociclismo, Pons se muestra convencido de su decisión. Afirma que este camino espiritual es lo que le permite sentirse en paz. Su historia refleja cómo la fe puede transformar por completo una trayectoria personal.