
Confirmado: la DGT avisa de un gran riesgo para los motoristas cuando usan el freno
Aunque frenar parece un gesto de lo más sencillo, es fundamental hacerlo de la forma más correcta para evitar sustos
Conducir una motocicleta requiere precisión, experiencia y responsabilidad. Cada movimiento cuenta, especialmente cuando se trata de frenar. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado un aviso importante que todos los motoristas deben conocer.
Frenar mal puede convertirse en una trampa mortal. Y no se trata solo de ir rápido o despacio. El problema está en cómo se aplica el freno y en qué condiciones se encuentra la moto.

El peligro oculto en el freno delantero
El freno delantero es clave para detener una moto, pero también puede ser su mayor amenaza. La DGT insiste en que nunca debe accionarse de forma brusca. Debe hacerse de manera progresiva y controlada.
¿Por qué? Porque una frenada repentina reduce de golpe la velocidad de la rueda delantera. Esto genera un fuerte traslado de pesos hacia el tren delantero. En ese momento, los amortiguadores se comprimen al máximo.
El neumático delantero, aplastado contra el asfalto, está bajo máxima tensión. Si la moto no tiene sistema ABS, cualquier bache puede hacer que esa rueda rebote. Es entonces cuando se produce el bloqueo.
Una rueda delantera bloqueada es un grave problema. Se pierde adherencia y, con ello, la capacidad de frenar de forma segura. La consecuencia directa: el piloto puede perder por completo el control de la motocicleta.
La única forma de recuperar la estabilidad es aflojando el freno. Al hacerlo, la rueda vuelve a girar y la moto puede responder de nuevo. Pero ya se ha pasado por un momento de riesgo extremo.

¿Y si se usa solo el freno trasero?
Algunos motoristas piensan que es más seguro usar solo el freno trasero. Pero esto también tiene sus inconvenientes. En este caso, el traslado de pesos hacia delante es menor.
Sin embargo, el freno trasero no tiene la misma capacidad de retención. Hay una diferencia entre lo que frena la rueda y lo que frena realmente la moto. Esa descoordinación puede ser peligrosa.
El resultado es que la rueda trasera puede bloquearse. Y aunque el riesgo no es tan alto como con la delantera, sigue existiendo posibilidad de caída. Además, en situaciones de emergencia, no es suficiente.
Por eso, la DGT recomienda una combinación equilibrada de ambos frenos. Siempre de forma suave y progresiva. Y, si es posible, utilizar una moto con sistema de frenos ABS.

Este sistema ayuda a mantener la estabilidad en frenadas bruscas. Evita que las ruedas se bloqueen y permite que el motorista conserve el control. Es una tecnología clave para la seguridad.
Frenar en moto no es solo apretar una maneta o pisar un pedal. Es una maniobra técnica que requiere atención y conocimiento. La vida del motorista puede depender de hacerlo bien.
La DGT recuerda que la formación continua es esencial. Entender cómo se comporta una moto al frenar puede marcar la diferencia. Y sobre todo, respetar los límites y conducir con precaución.
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