
Confirmado: Honda pisa el acelerador y toma la decisión que descoloca a la competencia
Honda ha decidido mover ficha y ha adelantado sus planes de futuro, dejando a todos sus competidores sin palabras
El panorama mundial de la moto ha dado un giro inesperado. Honda, la marca número uno del planeta, ha tomado una decisión estratégica de enorme calado. Una decisión que, aunque silenciosa, pone en jaque a toda la competencia.
El motivo no es un nuevo modelo ni una tecnología revolucionaria. Es mucho más simple: la moto se ha convertido en una herramienta de trabajo esencial. Y los responsables de esta transformación son los repartidores del sector delivery.

Honda construye una megafactoría en Turquía por el ‘boom’ del reparto
La demanda de motos ha explotado en Turquía. Solo en los diez primeros meses de 2024 se vendieron más de un millón de unidades. Esto supone un aumento del 27,7% respecto al año anterior.
Honda no se ha quedado de brazos cruzados. En respuesta a este crecimiento, construirá una nueva fábrica en Aliaga, provincia de Esmirna. Una gigafactoría centrada en un cliente muy concreto: el repartidor.
Esta nueva planta arrancará su producción a mediados de 2026. La capacidad inicial será de 100.000 motos al año, pero ya hay planes para duplicarla. La inversión: 20 millones de dólares y la creación de 300 empleos.
Este movimiento estratégico tiene una lógica aplastante. Los coches son cada vez más caros, el tráfico urbano no para de crecer. Y la moto, especialmente la scooter, se ha convertido en la reina de las ciudades.

Japón contraataca con fábricas, no con prototipos
Pero la planta turca no es la única jugada maestra. Honda también está construyendo una megafactoría en India. Se ubicará en Vithalapur y alcanzará una capacidad de 2,61 millones de unidades al año.
Una moto cada 12 segundos. Esa es la cifra que ilustra el poderío de la instalación india. Ya en 2024, Honda ensambló más de seis millones de motos en el país.
Y no está sola: Suzuki también construye otra gran planta en Kharkhoda. Su capacidad anual será de 750.000 unidades. Ambas marcas apuntan al sudeste asiático, África y Latinoamérica.
No se trata solo de competir con China. Se trata de reconquistar el terreno perdido. De volver a dominar el juego desde la producción.

Mientras otras marcas anuncian motos futuristas llenas de alerones, Honda construye fábricas reales. Y produce en masa lo que más se necesita: motos económicas, fiables y pensadas para trabajar.
El gran negocio no está en las trail ni en las deportivas de gama alta. El éxito de Honda se basa en los scooters y motos de uso diario. Y es justo ahí donde están concentrando su artillería pesada.
La demanda sigue al alza. Y todo indica que Honda está más que preparada para batir sus propios récords. Porque, mientras otros siguen hablando de innovación, Japón ya está produciendo el futuro.
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