
El pueblo al lado de Madrid al que se puede llegar en moto por una ruta espectacular
Descubre una ruta de curvas y paisajes para llegar en moto hasta esta joya natural a una hora de Madrid
El verano aprieta en Madrid. Y muchos motoristas buscan una escapada rápida, con menos calor y más verde. Así, la sierra norte se convierte en un refugio perfecto para muchos urbanitas.
Y entre todos los destinos posibles, en plena Comunidad de Madrid destaca uno a apenas una hora en moto. Se encuentra junto al mayor embalse de la región. Y la ruta para llegar es un espectáculo en sí misma.
Una ruta circular para disfrutar sobre dos ruedas en Madrid
Los alrededores de la capital están llenos de rincones por descubrir. Uno de ellos es El Atazar, un pequeño pueblo rodeado de agua, curvas y vistas increíbles.

No solo es naturaleza, también hay asfalto en perfectas condiciones y muchas curvas que lo hacen ideal para motoristas. El trayecto desde Torrelaguna hasta El Atazar es una experiencia que engancha. Y se ha convertido en un clásico para los que viajan sobre dos ruedas.
El recorrido comienza en Torrelaguna, al noreste de Madrid. Desde allí, la carretera serpentea entre colinas verdes y vistas al embalse. Es un tramo muy valorado por los moteros por su fluidez y belleza.
El siguiente punto del trayecto es El Berrueco. Un pueblo tranquilo que marca la entrada al paisaje más montañoso. A partir de ahí, el camino se vuelve aún más emocionante.
Antes de llegar a El Atazar, hay varios puntos para detenerse. Dos miradores permiten contemplar el embalse desde lo alto. Son paradas obligadas para tomar aire, fotos y apreciar el entorno.
El pueblo de El Atazar es pequeño, pero muy popular. Tiene encanto rural, calles estrechas y un ambiente muy relajado. Es habitual ver allí motos aparcadas, sobre todo en fines de semana.
Curvas, vistas y pueblos con encanto
La ruta no termina en El Atazar. Muchos motoristas la hacen circular, continuando hacia Patones. Este municipio está considerado uno de los más bonitos de la sierra madrileña.

Patones de Arriba es el lugar perfecto para cerrar el plan con una visita. Sus casas de pizarra y calles empedradas lo convierten en un sitio único. Además, hay bares y restaurantes para descansar tras el viaje.
Desde Patones, se puede regresar fácilmente a Torrelaguna. Así se completa un recorrido circular lleno de curvas, embalses y pueblos con encanto. Una experiencia completa sin alejarse mucho de Madrid.
La sierra de Madrid ofrece muchas rutas para perderse. Pero pocas combinan tan bien la emoción de la carretera con la calma de la naturaleza. Y El Atazar es, sin duda, una de las joyas para hacerlo.
Esta escapada en moto no requiere grandes preparativos. Solo ganas de conducir, casco bien ajustado y una parada en cada mirador. Lo demás lo pone el paisaje.
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