
Si tienes una moto y haces esto en la gasolinera, prepárate: la multa va a picar mucho
Los expertos recuerdan una de las multas más recurrentes, y lo sorprendente es que no se aplica cuando circulamos
Repostar es un gesto automático. Algo que motoristas y conductores hacen a diario sin pensar demasiado. Pero un simple descuido puede salir caro.
A muchos motoristas les ha pasado: llegan con prisas, repostan rápido y siguen su camino lo más rápido posible. Sin embargo, sin darse cuenta, cometen un error que puede salir muy claro. No es que hablemos de una infracción que se castiga con multa, sino de un gesto que conlleva un serio peligro.
El 'despiste' común que se castiga con una buena multa
A la hora de repostar, la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que es obligatorio apagar el motor y las luces. Y esto se aplica tanto a coches, como a motos. Por desgracia, es bastante habitual ver luces encendidas durante el repostaje.

Y aunque parezca inofensivo, tiene consecuencias, porque la normativa lo deja bien claro. Repostar sin apagar el motor o las luces supone una infracción sancionable con hasta 80 euros. Así lo recuerdan en Wiquot.com, donde han analizado los errores más frecuentes en motoristas.
Y este es uno de los primeros; uno de esos fallos que pasan desapercibidos, pero que acaban costando dinero. Y la verdad es que los datos no engañan, porque la multa por repostar sin apagar el motor o las luces es muy común.
De todas formas, este no es el único error entre los amantes de las motos. También han detectado otras conductas que pueden acabar en sanción. Y todas tienen algo en común: ocurren sin mala intención.
Graves consecuencias para malas costumbres
Muchas personas desconocen que repostar sin apagar el motor supone un riesgo real. El calor del motor, una chispa o un fallo eléctrico pueden provocar un incendio. Por eso la norma no es solo burocrática, sino una medida de seguridad.
Lo mismo ocurre con las luces encendidas. Aunque parezca algo menor, también puede generar una chispa accidental. En un entorno cargado de vapores inflamables, cualquier descuido puede tener consecuencias graves.
Los carteles en las estaciones de servicio lo advierten claramente. Apagar el motor, desconectar aparatos eléctricos y no usar el móvil son reglas básicas. Ignorarlas no solo puede acabar en multa, también en una situación peligrosa.

Además, los agentes de tráfico pueden sancionar esta conducta incluso sin previo aviso. Si te pillan con el motor en marcha mientras llenas el depósito, no necesitas haber provocado un problema para ser multado. Solo con hacerlo ya se considera infracción.
La importancia de conocer el reglamento de circulación
En general, muchos motoristas piensan que solo las grandes infracciones se sancionan. Pero no es así; existen muchos pequeños detalles que también cuentan. Por eso, es fundamental conocer bien el reglamento.
No solo para evitar sanciones, sino también por seguridad propia y de los demás. Un motor encendido en una gasolinera puede suponer un peligro, al igual que las luces activadas. No es solo una cuestión de norma, sino de prevención.
Además, muchas de estas acciones pueden evitarse con un poco de atención. Parar un segundo, revisar lo que estás haciendo y pensar en las consecuencias. Porque una multa de 80 euros por algo tan simple duele, pero más duele saber que se podía haber evitado.
Y aunque no sea común que te pillen, si ocurre, no hay excusas. La norma está escrita. Y el coste puede ser más que económico.
Por eso, conviene tener presentes estas pequeñas normas cada vez que se coge la moto. No es solo cuestión de evitar multas, sino de circular con responsabilidad. Al final, los errores más caros suelen ser los que parecen más pequeños.
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