
3 consejos para que no te engañen si buscas una motocicleta de segunda mano
La compra de una moto de segunda mano es uno de los misterios que planea sobre cualquier motero.
La iniciativa de buscar una motocicleta de segunda mano puede estar motivada por diferentes factores, siendo el precio de la misma el esencial.
Pero también hay otros que entran en juego, como aprender en una moto que no te importe su estado cuando alcances tu objetivo.
Algo que desemboca en lo mismo: quieres una moto barata que te permita lograr tus fines sin dejarte el sueldo del mes.

Una compra a largo plazo
Ahora bien, cuando tu intención es conseguir ese modelo que te ha dejado prendado, para disfrutarlo con "cero" problemas, la situación cambia.
Y lo hace porque persigues la máxima fiabilidad durante el mayor tiempo posible... que podría llegar a ser toda tu vida porque no está la situación para cambiar ni a largo plazo.
Como es lógico, tampoco te encuentras boyante como para ir al concesionario y llevártela de estreno, por lo que toca buscar y cruzar los dedos...
1. No te creas todo lo que digan
Hay una norma fundamental cuando quieres comprar una moto usada, y es que cualquier historia que te cuenten sobre ella probablemente no sea cierta.
La razón es muy sencilla: suelen ser alabanzas sobre cómo su dueño actual ha tratado la moto, con un cariño que ni su propia madre le ha profesado.
Como es lógico, nunca dirá que ha cambiado el aceite cuando se acordaba y que no la lava porque se mancha las manos.
Y si la moto está en un estado cercano a lo deplorable, poco habrá que añadir a esto: diga lo que diga su dueño, ya no te interesa.

2. Examina el desgaste de piezas clave
Hay ciertas piezas que te indican la vida que ha podido llevar la moto en cuestión, bien por su óptimo estado o por lo contrario.
En el primer caso, es síntoma de buen uso, pero no siempre, porque ha podido sufrir un accidente y se ha visto obligado a reparar.
El contraste entre lo "muy nuevo" y el resto de piezas simplemente en buen estado, te dará una buena pauta para seguir.
En el segundo caso, por ejemplo, unos estribos lijados por abajo te indicarán que el dueño es un "carbonilla"; también si hay que cambiar pastillas con pocos kilómetros.

3. Ojo con la documentación
Hubo un tiempo en el que los "chorizos" solían hacer caja con motos robadas y documentaciones falsas. Yo no apostaría un euro a que esto solo forma parte del pasado...
Para cerciorarte, echa un ojo a la documentación y rechaza papeles que, por su estado, "no se ve bien el número de chasis" o similar.
De hecho, la comprobación que no deberías pasar por alto es que el propio número de bastidor debe coincidir con el de la documentación.
Escucha el motor en marcha, sobre todo en frío, y desconfía de sonidos sospechosos provenientes de una distribución "tocada" síntoma de descuido o, peor, maltrato. Suerte y al toro.
Más noticias: