
El error que muchos cometen al estrenar moto: así no
La compra de tu moto nueva es emocionante y te carga de adrenalina. Que no se te olvide un detalle muy importante.
Cuando tienes la ilusión de comprar una moto nueva y, por fin, lo consigues, ¿qué es lo siguiente que toca hacer?
Armarte de paciencia y cuidarla como se merece, más ahora que nunca: la acabas de sacar del concesionario con cero kilómetros.
Y esto no es cualquier cosa, sino algo que deberás tener muy presente durante los primeros miles de kilómetros de su vida contigo.

La importancia del rodaje: las marcas actúan
Fíjate si será importante para un motor los primeros kilómetros de vida que ciertas marcas limitan sus prestaciones mediante la electrónica.
Así, en caso de que quisieras rodar más rápido de lo que se aconseja en ciertos modelos durante su estreno, te sería imposible.
Sí, porque la moto te da lo que considera oportuno, nada más. Es la manera de garantizar un ajuste que la propia marca considera apropiado.
Además, gracias a ello aseguran que el trato recibido por tu parte ha sido el correcto; vamos, que no te has excedido perjudicando la mecánica.
Reglas fundamentales del rodaje
Piensa que lo que buscamos es que todas y cada una de las piezas del motor consigan un acoplamiento lo más perfecto posible.
Hoy día los materiales y su acabado dan más confianza que años atrás, aunque nada te exime de que cualquier mínima imperfección lo arruine todo.
Pero esto sería un imprevisto que, atención, no siempre aparecerá durante el período de garantía oficial en vigor...

Lo que sí está en tu mano, y desde el primer día, es el buen cuidado de la mecánica en su primer período de acoplamiento.
El correcto estado de los componentes es como el valor en la mili, "se presupone", de modo que solo queda hacerlo bien por tu parte.
1. Asegúrate del régimen inicial de funcionamiento y sus tramos recomendados
¿Qué tramos? Si no te lo ha dicho tu vendedor de confianza del concesionario, lo encontrarás en el libro de usuario de tu moto nueva.
Pero atención, porque aunque hay alguna que otra marca que te lo da en formato PDF para ahorrarse un dinero, debes consultarlo.
La excusa de "no me lo he descargado" no sirve nada más que para quedar en ridículo. Es lo primero que tienes que hacer: leerlo nada más llegar a casa.
Por tanto, mide bien el régimen en relación al kilometraje indicado en el libro de usuario y olvida las ganas de exprimir nada, de momento.

2. Evita el calor excesivo
Sí, decir esto ahora es pedir un imposible, pero debes entender que es importante el hecho de que el motor funcione "en condiciones".
Y esto significa que lo haga a medio régimen y refrigerado de manera conveniente. Los excesos no son buenos para nada, y menos aquí.
Por supuesto, "apretar" en frío tampoco sirve para nada positivo. Has de ser dulce en todo momento con el gas, el embrague, el cambio y los frenos.
3. No ruedes a velocidades constantes y juega con el cambio
Rodar siempre al mismo régimen y en la misma marcha también resulta contraproducente.
Para que el motor trabaje y realice todas las operaciones, lo mejor es subir y bajar la velocidad de giro.
Hazlo acompañando a un uso racional del cambio, engranando y reduciendo sin comprometer la fiabilidad del motor... porque buscamos un ensamblaje perfecto.

4. ¿Frenos que no frenan? ¡Son nuevos!
Ya te pasará cuando cambies discos y pastillas unos cuantos miles de kilómetros más tarde. Ahora, con la moto nueva, también debes atender esto.
La breve prueba hecha en fábrica tras el ensamblaje completo de tu moto ha servido para saber si funcionan los frenos, no para acoplarlos.
Para conseguirlo al ciento por ciento, no abuses de la maneta y palanca derechas: haz breves toques para un acople progresivo evitando sobrecalentamientos innecesarios.
¡Y a disfrutar por muchos kilómetros de tu moto nueva, correctamente rodada y lista para la acción!
Más noticias: