
Los papeles de la eterna juventud: cómo matricular un ciclomotor como histórico
Con la nueva legislación ya es posible recuperar aquel ciclomotor con el que te iniciaste en los años 80 ó 90.
El nuevo reglamento de vehículos históricos está siendo un éxito indudable.
Entró en vigor en el otoño pasado y ha conseguido ser la solución para muchas motos y, sobre todo, ciclomotores. Muchos de ellos dormían "el sueño de los justos".
Hablamos de ciclomotores arrumbados en los garajes sin poder utilizarse. ¿Por qué? Por la falta de documentación provocada por el cambio de legislación de 1995.
Fue entonces cuando se tomó una decisión vital. Todos esos ciclomotores que habían circulado hasta entonces sin matrícula o con la del ayuntamiento, debían ser matriculados en tráfico.

Esto provocó, lógicamente, que muchos de ellos, ya anticuados, fueran abandonados, ante la molestia de tener que hacer nuevas gestiones para mantenerlos vivos.
Cuando ha pasado el tiempo y la nostalgia les ha dado valor. Entonces nos encontrábamos con que la matriculación como vehículo histórico, según la ley anterior, se iba por encima del valor del vehículo. Esto impedía, por tanto, esta solución.
A este problema, entre otros, ha venido a darle solución el nuevo reglamento, abaratando mucho el coste de matricular un ciclomotor antiguo como histórico.
El procedimiento de matriculación actual
Para empezar, no todos los ciclomotores van a poder matricularse. La primera exigencia de la ley actual es que este ciclomotor tenga, al menos 30 años de antigüedad.
El problema estriba en vehículos sin papeles, ¿cómo demuestras su antigüedad? Por la fecha de finalización de fabricación del modelo.
Por eso nos estamos encontrando con casos en los que una moto sí puede tener esa edad, pero el modelo no dejó de fabricarse hasta hace menos años. Si no hay un certificado de fabricación o factura de compra, será difícil matricular como histórico.
Pero supongamos que si estamos ante la típica Puch Minicross, Derbi Antorcha o Diablo, Vespino GL o cualquiera de aquellos míticos ciclomotores. De muchos puede haber duda sobre su edad o sobre su valor histórico.

Qué necesitas para matricular un ciclomotor
Lo primero que se requiere es poder demostrar ante tráfico que la moto es tuya.
Se hace o con un contrato de compraventa, una factura de compra o -lo más habitual- con un acta de manifestaciones. Es un documento en el que dos testigos y tú afirmáis que la moto es tuya desde hace años.
Lo siguiente que necesitarás es una ficha técnica. Esta tiene que hacerla una ITV, partiendo de un certificado que hacen las Entidades Relacionadas con Vehículos Históricos.
Se trata de una nueva categoría de colaboradores como clubs o museos. A ellos, una vez registrados en Tráfico, se les ha dado la potestad de certificar ese ciclomotor. Entonces será efectivamente histórico y se determinan cuáles son sus características.
Lo siguiente es asegurarte de que los impuestos se han cumplimentado. Por un lado, el de transmisiones patrimoniales. De este los ciclomotores están exentos, pero necesitas que en tu agencia tributaria te den ese justificante.
El impuesto de circulación depende de tu ayuntamiento. En muchos están exentos al ser históricos o simplemente por su edad, pero necesitarás también el papel que lo demuestra.
Ya tienes esos impuestos, el documento que dicta que el ciclomotor es tuyo y tu nueva ficha técnica obtenida en la ITV. Lo siguiente es ir a Tráfico, donde expedirán el permiso de circulación y la matrícula.
No es un proceso complejo ni tan caro como antes, aunque tiene ciertos costes como esa ficha técnica o el certificado de la Entidad.
Y, desde luego, merece la pena volver a circular con ese ciclomotor de tu juventud. Sin duda.
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