Se descubre el cruce perfecto entre artesanía y un motor de moto único

Bajo la firma[WOIDWERK]y el sello de su fundador, Ralf Eggl, sendas motos han estremecido el alma de los amantes del Vintage. Su filosofía retro es un atractivo irresistible. 

Se trata de un trabajo realizado sobre la base de unidades BMW R 12 y R 18. Se han presentado como hermanas de sangre, pero no gemelas.

Se definen como una interpretación dual del espíritu cruiser de BMW que, bajo el título “The Speed Sisters”, da forma a una conexión única. Relacionan el nexo emocional entre diseño, tradición y personalización de alto nivel.

La premisa consistía en  hermanar dos plataformas técnicas, R 12 y R 18, sin caer en la simetría fácil. En su lugar, se apostó por una narrativa de contrastes complementarios.

La “pequeña”, la R 12, se ha convertido en una bobber ágil, visualmente limpia y resuelta. El colín se ha reducido a la mínima expresión. Cuenta con asiento tapizado en cuero y Alcántara, y la posición de conducción se ha radicalizado para aportar mayor conexión con la rueda delantera.

Introduce suspensión elevada con monoamortiguador Wilbers y escape cerámico negro de Hattech. Todo ello finaliza un perfil deportivo y sobrio.

Por su parte, la R 18 muestra una musculatura redefinida. El depósito se ha estrechado y elevado, en un guiño al dinamismo, y el asiento flotante artesanal.

Esto  rompe visualmente con el conjunto sin perder coherencia estructural. El sistema de frenos procede directamente de la R 1300 GS, con pinzas radiales y discos de 320 mm.

Este detalle no es un capricho estético, sino una afirmación técnica. Todo ello apoyado sobre una parte ciclo elevada, también firmada por Wilbers, que refuerza su planta de “gran turismo custom”.

ADN alemán

Ambas comparten una estética definida por la identidad del lugar que las vio nacer: el Bosque Bávaro. El esquema ¾ blanco y ¼ verde no es solo cromatismo.

Es memoria y arraigo geográfico. Como bien ironiza Eggl: “Aquí tenemos tres estaciones de invierno y una de frío”.

En Garmisch, estas hermanas cautivaron por lo que son: interpretaciones genuinas de un estilo con historia. Porque cuando se personaliza sin perder el hilo técnico ni traicionar el alma de una marca como BMW, el resultado es único. Lo que emerge es una declaración de intenciones.

Y eso, precisamente, es “The Speed Sisters”. Pura artesanía con acento bávaro, sensibilidad mecánica  y una mirada contemporánea hacia la emoción de conducir.