Hombre joven con gafas y casco negro conduciendo una motocicleta en carretera con un círculo rojo y una flecha señalando su rostro y el logo de la DGT en la esquina.
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La indicación de la DGT a todos los motoristas que llevan gafas: 'Lo ideal es...'

Los motoristas que tienen gafas deben saben qué tipo de material pueden usar para circular con seguridad en moto

Montar en moto es sinónimo de libertad, pero también de vulnerabilidad. Cada detalle del equipamiento cuenta, especialmente cuando se trata de proteger la cabeza y la visión. Por eso, llevar gafas mientras se conduce una moto no es algo que deba tomarse a la ligera.

La Dirección General de Tráfico ha lanzado una advertencia clara. Aquellos motoristas que usan gafas, ya sean de ver o de sol, deben prestar especial atención a cómo se combinan con este material. Una mala elección puede tener consecuencias peligrosas en caso de accidente.

Persona con casco rojo conduciendo una motocicleta en una calle mojada por la lluvia rodeada de autos y edificios.
La seguridad en la moto es fundamental, hasta el último detalle | Europa Press

Casco integral o con visera: la opción más segura

Lo ideal, según la DGT, es utilizar un casco integral o al menos uno con visera. Este tipo de casco reduce notablemente los riesgos asociados al uso de gafas. Actúa como una barrera física que protege no solo la cabeza, sino también la cara.

Además, este tipo de casco ayuda a evitar impactos directos contra los cristales. Un insecto o incluso una piedra puede golpear la cara en marcha. La visera evita ese contacto, protegiendo tanto la piel como las gafas.

La visera también mejora la visibilidad en carretera. Eso sí, es fundamental que esté limpia y no presente rayaduras. Una visera dañada puede distorsionar la visión y aumentar el peligro al conducir.

Atención al ajuste de las gafas dentro del casco

Antes de salir, hay que comprobar que las gafas encajan bien en el casco. No deben producir presión ni rozaduras. Las patillas deben deslizarse por la espuma sin generar molestias, incluso tras varias horas de conducción.

Motociclista con equipo de protección realizando una maniobra entre conos de tráfico, con el logotipo de la Dirección General de Tráfico y una imagen de un motociclista haciendo un gesto de aprobación.
La visera evita ese contacto, protegiendo la piel y las gafas | Nomadsoulphotos

Este paso es clave para mantener la concentración. Unas gafas mal colocadas pueden generar distracción. Y en carretera, eso puede marcar la diferencia entre llegar o no con seguridad.

Cuando se trata de gafas de uso diario, también se deben cumplir ciertas condiciones. La DGT recomienda elegir modelos con patillas flexibles. Estas están diseñadas para absorber golpes sin romperse fácilmente.

Materiales que pueden marcar la diferencia

En caso de accidente, las gafas con montura rígida suponen un riesgo importante. Si sufren un impacto fuerte, pueden fracturarse y causar heridas en la cara, el cráneo o incluso los ojos. Por eso se desaconseja el uso de monturas metálicas o demasiado duras.

También hay que prestar atención al tipo de cristal. Los cristales minerales son más frágiles y peligrosos. La mejor alternativa es el policarbonato, un material resistente y menos propenso a romperse en fragmentos cortantes.

Hombre con casco negro y gafas conduciendo una motocicleta en una carretera rodeada de árboles.
Hay que saber cómo proteger lo que tenemos delante de los ojos | ChatGPT

Este tipo de lentes ofrece una mayor protección en condiciones extremas. Además, suelen ser más ligeras y cómodas para el uso prolongado. Algo que se agradece en rutas largas o desplazamientos diarios.

En resumen, llevar gafas en moto requiere más que estilo. Es una cuestión de seguridad. Usar un casco adecuado, elegir gafas resistentes y revisar cada detalle antes de subir a la moto puede evitar lesiones graves.

La DGT lo tiene claro: lo ideal es prevenir y eso empieza por saber cómo proteger bien lo que tenemos delante de los ojos.

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