
Probamos el scooter 300 crossover de primera marca con precio de 125
Los crossover están de moda. Y eso hace que no sean especialmente baratos, salvo este.
Hace ya unos treinta años que las marcas taiwanesas, fundamentalmente KYMCO y SYM, llegaron a Europa. Desde entonces, no solo se han buscado un hueco en el mercado. Se han convertido en referentes.
Si te fijas, hace unos años fue KYMCO la que ocupó un papel preponderante en el segmento scooter. Pero ahora SYM le sigue muy de cerca en ventas en España. En 2025, hasta julio, se sitúan 5º y 6º en el ranking, respectivamente.

SYM es uno de los diez principales fabricantes de motos del mundo. Y su especialidad son los scooters.
De hecho, en mercados como el nuestro hace años que abandonaron las motos de marchas. Vendieron bastantes durante una época, pero decidieron centrarse en lo que mejor se les daba: los scooters.
Ahora fíjate en su gama. Desde los pequeños Fiddle, Symphony y Jet 14 en 50 cc hasta el gran bicilíndrico TL 508, hay nada menos que veintidós modelos.
Entre ellos se distinguen grandes superventas como la gama Symphony 125. Descubrimos utilitarios, ciudadanos, retro, maxiscooters GT, rueda alta y, por supuesto, los tan de moda crossover. Cualquiera diría que en SYM hay pánico a dejar un hueco del mercado sin cubrir.

Un scooter crossover con ADN urbano
Vamos a fijarnos en esos crossover, los “SUV” de los scooters que se han puesto tan de moda. Fue Honda, con su X-ADV (que no es precisamente un scooter, sino algo más), la que volvió a poner de moda este estilo. Porque te recuerdo que esto no es nuevo: ahí tienes los Typhoon de Piaggio de los años 90 para demostrarlo.
Tras ese X-ADV y sus derivados como el ADV 350, muchas marcas se apuntaron al carro. SYM, como hemos visto, no iba a ser menos.

La respuesta de SYM llegó primero con un ADX 125. Simple, eficaz, atractivo de líneas, sin grandes ambiciones ni en equipamiento ni en capacidades especiales fuera del asfalto. Un planteamiento sencillo para un scooter efectivo y convincente.
En el otro extremo de la gama está el nuevo ADXTG 400, a punto de llegar al mercado. Este será otra historia y es uno de esos vehículos que habrá que ver qué atractivo comercial despierta. Porque por planteamiento puede llegar a ser hasta revolucionario: otro aparato que mezcla conceptos entre moto y scooter.
Por pinta, es un scooter, y lleva un motor de 400 cc con variador. Pero va colocado en el centro, con transmisión final por cadena y basculante tipo moto.
Delante dispone de horquilla de doble tija, también tipo moto, pero con neumáticos de 15” y 14”, como en un scooter. Un aparato curioso, que entra por los ojos, y no va a ser caro para ser exclusivo (6.999 €; ya hay precio). Estamos deseando probarlo.

Pero antes ha llegado el que será el centro de esta nueva gama ADX. Un scooter que, compartiendo características con sus hermanos, también aporta ventajas propias. Entre ellas, la más importante: un precio llamativo que lo coloca en una excelente relación entre coste, prestaciones y equipamiento.
CÓMO ES EL SYM ADX 300: casi completo, eficaz, atractivo y a buen precio
Sí, digamos “casi completo”. Tiene buen equipamiento, lógico si lo piensas. No hay dispendios en lujos poco útiles que encarezcan el conjunto, y sí muchas de esas cosas prácticas que te facilitan la vida a bordo.
Lleva iluminación full LED, algo ya prácticamente obligatorio. y Monta unos protectores de manos tipo trail, atractivos, que protegen las manetas en caso de caída leve y desvían el aire frío en invierno.
El cuadro es una pantalla TFT de generoso tamaño (7”), muy visible incluso a plena luz del día y con tres modos de visualización. Es curioso que a SYM le haya parecido prescindible la conectividad, un detalle cada vez más habitual incluso en scooters de menor cilindrada.

El parabrisas ahumado, de estética deportiva, no es muy grande, pero ayuda a desviar el aire a velocidades medias. No tiene regulación en altura.
La llave de proximidad permite arrancar y acceder al hueco bajo el asiento. Este se abre desde el pomo de contacto y admite un casco integral y algún objeto más. También cuenta con una guantera en el escudo con toma USB en su interior.
En el apartado práctico, SYM ha montado pata lateral y caballete central, este último muy fácil de accionar.
Su precio oficial es de 4.599 €, incluyendo una garantía de cinco años y un seguro gratuito el primer año. Una cifra que lo sitúa en una excelente relación entre coste, prestaciones y equipamiento.
PARTE CICLO: ¿trail?
Seamos sensatos: esto es un scooter. Ni siquiera el gran X-ADV se toma muy en serio lo del “off-road”.
Este SYM, como todos sus congéneres, se va a usar en ciudad o carretera. Otra cosa es que, si un día necesitas meterte por una pista para ir al campo o a una salida ciclista,. Puedas hacerlo con más comodidad que con un Cruisym, por ejemplo.
Aun así, SYM ha reforzado el chasis del ADX 300 para hacerlo más robusto ante ese posible uso fuera del asfalto. No hay barras ni defensas laterales como en otros scooters de estética adventure.
Pero sí unas líneas angulosas, un manillar de tubo visto y neumáticos CST de dibujo mixto con cierto taco. Se refuerza asísu aire crossover.

La parte ciclo se completa con una horquilla telescópica con 125 mm de recorrido y doble amortiguador trasero regulable en precarga, con 120 mm. Se ha buscado cierto confort en doble uso, pero lo cierto es que es en asfalto donde este scooter va realmente bien.
El sistema de frenos está bien dimensionado. Cuenta con disco delantero de 260 mm con pinza radial de cuatro pistones y trasero de 240 mm con pinza de dos pistones. Ambos están gestionados por un ABS Bosch 10.3.
Con un peso de 200 kg y llantas de 15” y 14”, se posiciona como un scooter sólido y estable. También con ciertas concesiones al uso fuera de lo urbano.
MOTOR: conocido, rediseñado y suficiente
El motor es un viejo conocido: el 278 cc que se emplea también en el Cruisym. Un propulsor fiable y más rápido de lo que sugieren sus cifras.
Está dotado de culata de cuatro válvulas, un solo árbol de levas y refrigeración líquida. Entrega 25,8 CV a 8.000 rpm y 26 Nm a 6.000 rpm .
No son cifras de récord. Parte de una base que es un “250 vitaminado”, especialmente cuando la competencia ya supera muchas veces los 300 cc.

Lógicamente cumple con la Euro 5+. Es un motor suave, con buena respuesta, y sorprende con unas prestaciones mejores de lo que cabría esperar con ese peso y potencia.
CÓMO VA EL SYM ADX 300: equilibrio y comodidad
El SYM ADX 300 es un scooter bien diseñado, como cabe esperar de un gran especialista como SYM. A simple vista parece grande, de estilo GT, con una elegancia deportiva sin excesos.
Pero al subirte, se siente más compacto de lo que esperas. Los 200 kg están muy bien disimulados.

El asiento está a 790 mm del suelo y no es muy ancho. Con mi 1,65 llego bien al suelo y lo muevo en parado sin dificultad.
En marcha, el motor no vibra ni hace ruido, y responde con precisión. La posición de conducción es cómoda, con las manos algo elevadas sobre un manillar de tubo fácilmente regulable.
En ciudad: más ágil de lo que parece
El SYM ADX 300 se desenvuelve con soltura entre el tráfico. Gira bien y es fácil de manejar, gracias en parte a un motor que responde con precisión al gas.
Las suspensiones filtran bien los baches y el conjunto transmite un tacto general agradable. El manillar ancho mejora el control y la postura de conducción es cómoda.

No es excesivamente ancho, aunque deberás poner cuidado al pasar entre coches con el manillar-. Es algo elevado y es fácil que coincida con la altura de los espejos retrovisores de los demás.
En carretera: divertido de llevar
Fuera de la ciudad, el SYM ADX 300 convence. Tiene una pisada firme, comportamiento noble en curva y suspensiones que sujetan bien el conjunto sin perder confort.
El chasis reforzado aporta rigidez y sensación de seguridad. Los neumáticos CST mixtos funcionan bien en seco y no restan confianza.

Es un scooter que invita a conducir con alegría. Permite frenar tarde, entrar con decisión y abrir gas sin problemas.
El control de tracción, aunque no imprescindible en buenas condiciones de suelo, añade un plus de confianza. El manillar ancho mejora el dominio general y la experiencia de conducción es divertida y agradable.
En autovía: más que digno
Soy un pesado, pero es que son 26 CV en un segmento donde algunos rivales pasan de los 35 CV. Evidentemente sería difícil que los iguale en prestaciones puras.
Pero también es cierto que estamos hablando de un scooter; de un vehículo utilitario y no deportivo. Y de un SYM. Y la experiencia, como suele decirse, en un grado.
Han calculado bien el desarrollo de transmisión. Subiendo no es el más rápido y llaneando quizá tarde un poco en llegar al final de su capacidad. Pero cuando lo hace o con algo de ayuda en bajada, sorprende su velocidad máxima.
Esto tiene, además, la ventaja de poder llevarlo con el puño hasta el final sin que se meta en la zona roja y aprovecha bien lo que hay.
Y resulta cómodo a alta velocidad. La cúpula no es muy grande, pero sí aparta bien bastante aire y más si no eres alto, como es mi caso.

Por último, y considerando cualquier uso tiene otra ventaja: un depósito de gasolina de 16 litros. Esto que le da una autonomía media por encima de los 400 Km. Si eres de los que le da pereza pasar por la gasolinera a repostar, tienes aquí un buen aliado.
Lo mejor
Líneas modernas y atractivas
Buen comportamiento dinámico
Relación precio-equipamiento muy competitiva
A mejorar
Falta de conectividad
Parabrisas pequeño y sin regulación

ASÍ VEMOS EL SYM ADX 300
Carretera: 4
Ciudad: 4
Pasajero: 4
Confort: 4
Equipamiento: 3
Autovía: 3
(Puntuación entre 1 y 5)

Conclusión
El SYM ADX 300 va más allá de su diseño crossover. Tiene presencia, un equipamiento razonablemente completo y un comportamiento noble.
Sorprende por su rendimiento y es muy agradable de conducir, algo clave en un scooter que vas a usar cada día.
No pretende ser una trail ni cruzar ríos, pero sí ofrecer una estética campera, neumáticos mixtos y chasis reforzado. Todo ello en un scooter con estilo, buenos acabados y apto para el carné A2.
Y lo hace a un precio muy competitivo. Se comercializa por 4.599 €, con cinco años de garantía y un año de seguro gratis.
No inventa nada, pero lo que propone lo ejecuta con acierto. Y eso, en este segmento, basta para destacar.
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