Prueba de la Ducati Hypermotard 698 Mono: ‘mono diversión’ como forma de vida

No importa de qué moto se trate. Todas ellas vienen asociadas a un componente lúdico sin importar para qué se vaya a usar. Pero lo cierto es que hay unos modelos más divertidos que otros, y dentro de los más divertidos, algunos ponen esa diversión por encima de todo lo demás. No importa que tenga vibraciones, que sea tosca en la respuesta del gas o incluso incómoda. Si logra sacar una sonrisa y hace disfrutar a su usuario, el cometido está cumplido. La nueva Ducati Hypermotard 698 Mono es una moto que encaje perfectamente en la acotación que acabo de hacer unas líneas más atrás.

Precios y ofertas de todos los modelos Ducati que hay en el mercado

Fue una de las grandes novedades de los de Borgo Panigale en 2024. Más concretamente, protagonizó el quinto episodio de su serie de novedades Ducati World Première, y supuso un soplo de aire fresco a la gama con tintes de supermoto. No sólo por ofrecerse como modelo de entrada a la misma, sino porque traía de vuelta a los transalpinos a los motores monocilíndricos… que no usaban desde la legendaria Supermono de competición -equipada con un bloque 4T de 500cc de 75 CV-.

Cómo es la Ducati Hypermotard 698 Mono

Como no podía ser de otra manera, las líneas de la Ducati Hypermotard 698 Mono son toda una oda al mundo supermotard: guardabarros delantero afilado y colocado en una posición alta, asiento plano y también alto y una parte trasera muy recortada. Pero se trata de una Ducati, por lo que la cuestión estética no se ha descuidado. Cuenta con llantas de palos con diseño en ‘Y’ o un doble silenciador como guiño al resto de modelos de la saga Hypermotard. Por su parte, la versión RVE, destaca por la decoración exclusiva ‘Graffiti’, las llantas con detalles en rojo y algún que otro extra en la electrónica.

La Ducati Hypermotard 698 Mono tiene su principal razón de ser en las prestaciones que ofrece. A este respecto, presume de ser la supermotard de calle más potente. El bloque Superquadro Mono de 659cc deriva de la deportiva Panigale 1299 y desarrolla nada menos que 77,5 CV -unos 4 CV más que la KTM 690 SMC R- a 9.750 rpm y un par máximo de y un par máximo de 59 Nm desde las 8.000 vueltas. Con el kit de escape completo de competición Termignoni, la potencia se eleva hasta los 84,5 CV de potencia.

En la parte electrónica, la Ducati Hypermotard 698 Mono toma prestadas gran parte de las funciones de la hercúlea Panigale V4, pero con un ajuste específico al comportamiento y uso de este modelo. Hay ABS con función Cornering, control de tracción, antiwheelie, control de freno motor, control de salida y shifter de doble acción, que se equipa de serie en la versión RVE. A todo esto, el piloto puede jugar cuatro modos de conducción, Sport, Road, Urban y Wet, con diferentes ajustes de potencia y para los sistemas anteriormente mencionados. Asimismo, existe un modo de ABS específico que permite derrapadas controladas del tren trasero a la entrada de las curvas. Para uso exclusivo en circuito, hay un modo antiwheelie que permite caballitos.

En la parte ciclo, la Ducati Hypermotard 698 Mono emplea un chasis multitubular en acero equipa una horquilla delantera Marzocchi con botellas de 45 mm y un ajuste de triple vía, mientras que en el tren trasero se ha instalado un monoamortiguador Sachs completamente regulable. El equipo de frenos utiliza una pinza de cuatro pistones Brembo M4.32 con un disco de 330 mm -específico para este modelo-, mientras que en el trasero hay un disco de 240 mm. Las llantas de 17 pulgadas se calzan con unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso IV en medidas 120/70 y 160/60.

Se trata de un modelo de supermotard, por lo que la altura de asiento se va hasta los 904 mm. Es un modelo muy ligero, tal y como declaran sus 151 kg de peso. Por último, tenemos una pantalla LCD de 3,8 pulgadas con toda la información importante y un testigo LED que indica el momento preciso para cambiar de marcha.

Cómo va la Ducati Hypermotard 698 Mono

Diversión es lo primero que sientes nada más posar la vista en la Hypermotard 698 Mono, si bien un detalle como el latiguillo del freno saliendo por encima de la careta empaña algo la vertiente estética. Pero también cierto respeto. Su altura de asiento es considerable y mi 1,70 metros de estatura no se llevan bien con tanta distancia al suelo. Si tenías dudas de si llegar o no al suelo, no te preocupes.

Se llega, con un pie, pues las suspensiones bajan bastante. Opcionalmente, se puede instalar con un asiento que reduce la altura por debajo de los 900 mm. El acabado RVE es una declaración de intenciones y su ligereza ya augura que su propósito no es otro que desplegar las máximas prestaciones.

Debido a la altura, y a que la pata de cabra no dispone de un tetón que ayude a replegarla, la tarea se antoja algo complicada. Esta será la única complicación que plantea la moto en todo lo que duró la prueba. Al hacer contacto, la moto me recibe con una tímida nota de audio. La Euro5+ tiene mucho que ver, pero no es la tónica general del motor, aunque hablaré de esto más adelante. Las motos de este estilo suelen parcas en temas como la instrumentación. Aquí se nota el ADN Ducati, con una pantalla con una gran cantidad de información y una lectura perfecta, incluso con la luz del sol incidiendo directamente.

Las vibraciones no se hacen presentes en parado, pero sí cuando comenzamos la marcha; a la Ducati Hypermotard 698 Mono no le importa. Si quieres el máximo confort, tienes la Multistrada. En el modo Sport, la entrega de potencia sale de forma abrupta y tiene elevar el tren delantero, el cual trabaja perfectamente a nivel de electrónica para no convertir la diversión en desastre. Este es el modus operandi de esta moto, sin importar el trayecto. Esa nota de audio perezosa del principio se transforma en un zumbido típico de supermotard, donde las detonaciones estarán a la orden del día cuando cortamos gas.

La forma en que suben esos 77,5 CV muerden desde abajo hasta más allá de las 10.000 rpm convierten a la Ducati Hypermotard 698 Mono en el juguete definitivo para las carreteras reviradas. Con sus apenas 150 kg, no importa que entres con una marcha de más, empujan cual bicilíndrico y pondrá contra las cuerdas a más de una deportiva. Y todo ello, con la agradable sensación de que tenemos todo bajo control y con una velocidad punta que no entra en cifras estratosféricas.

A nivel de suspensiones, ofrece el comportamiento típico de una moto de supermotard, donde el recorrido es considerable y donde en cada frenada notaremos cada milímetro de recorrido de hundimiento de la horquilla en las frenadas, pero también del monoamortiguador trasero en las aceleraciones. Un funcionamiento que avisa perfectamente de dónde está el límite. Su tarado ha sido pensado para un equilibrio entre un uso comedido, con cierta polivalencia, pero también para ir fuerte. En los ritmos más rápidos, peca de blanda de serie, pero un ajuste equilibrará la balanza hacia este último uso, demostrando un aplomo que grita a los cuatro vientos: «¡méteme en circuito!».

Al excelso rendimiento dinámico también contribuyen los Diablo Rosso IV. Su comportamiento va en línea con el de la Ducati Hypermotard 698 Mono e incluso sin el control de tracción, las derivas que produce la goma trasera no coartan la diversión. El equipo de frenos destaca por un funcionamiento perfecto. El tacto, el mordiente y la potencia, se lo debemos a la pinza y bomba Brembo, ambas radiales. Su rendimiento vuelve a trasladarme al circuito, pues da la sensación de que en carretera es casi imposible llegar al límite.

La carretera es el hábitat natural de la Ducati Hypermotard 698 Mono, por lo que todo lo que no sea este escenario, se traducirá en un cúmulo de incomodidades. La autopista es el peor escenario de todos: la moto vibra hasta el punto de entumecer las manos a velocidades de crucero, y la acción del viento, especialmente detrás de tráfico, provoca que el manillar tienda a moverse peligrosamente. La protección frente al aire es nula y el asiento ha sido pensado para sesiones encima de la moto no demasiado largas. En ciudad, se mueve bien, pero la temperatura sobrepasará notablemente los 100 grados, síntoma de que la moto está pidiendo velocidad y refrigeración.

Lo mejor

• Diseño, equipamiento y acabados
• Rendimiento, comportamiento y filosofía centrados únicamente en la diversión
• Parte ciclo de primer nivel

Mejoraría con

• Detalles estéticos como el latiguillo, sobran
• No es una moto para rutas largas y vibra mucho
• Se calienta con extrema facilidad

Así la vemos

• En carretera: 5
• En ciudad: 3
• Pasajero: 3
• Confort: 3
• Equipamiento: 4
• Autovía: 2

(De 1 a 5 puntos)

La Ducati Hypermotard 698 Mono recupera un aspecto clave de las motos de antes. Se centra en aquello que promete: diversión y rendimiento. Y para ello, no le importa dejar de lado áreas como el confort de marcha. En carretera es mucho más capaz de lo que parece a simple vista, y aunque es cierto que es perfectamente válida como moto de diario, es en las rutas reviradas donde sacará todo su jugo.

Es rápida, extremadamente ágil y su electrónica la hace perfecta para diferentes niveles de experiencia. Desgraciadamente, muchos de nosotros no vivimos cerca de dichas carreteras, pero yo pagaría con gusto el ‘peaje’ que supone transitar por autopista, si el destino final es una carretera de curvas con la Ducati Hypermotard 698 Mono. ¿Quién piensa en las vibraciones cuando va volando entre curva y curva?

Fotos: Miguel Méndez